El impacto real del ejercicio

“Tienes el poder de cambiar tu cerebro. Todo lo que tienes que hacer es atarte las zapatillas de correr”.

– John J. Ratey

¿Y si pudieras aumentar tu capacidad de aprendizaje, mejorar tu estado de ánimo y aumentar tu concentración haciendo algo tan sencillo como salir a correr o saltar en una cama elástica durante 15 minutos?

Todo el mundo sabe que el ejercicio es bueno para nuestro cuerpo. Pero mucha gente no es consciente de que es aún más importante para nuestro CEREBRO.

En su libro Spark: The Revolutionary New Science of Exercise and the Brain, el doctor John J. Ratey argumenta que el ejercicio tiene un impacto tan significativo en el cerebro, que deberíamos considerar sus beneficios para nuestros cerebros en primer lugar, y para nuestros cuerpos en segundo lugar. Describe la actividad física como “Miracle Gro(R) para su cerebro”, ya que proporciona la estimulación necesaria para que nuestro cerebro construya nuevas conexiones neuronales.

He aquí algunas de las principales conclusiones de Spark sobre el impacto real que el ejercicio puede tener en nuestro bienestar.

Lo que ocurre en el interior del cerebro

En primer lugar, veamos algunos elementos clave del cerebro.

Partes de nuestro cerebro:

  • El cerebelo, que coordina los movimientos motores, también coordina el pensamiento, la atención, la emoción y las habilidades sociales.
  • El córtex prefrontal organiza la actividad mental y física.
  • El hipocampo es como un cartógrafo que cruza la información recibida con los recuerdos para formar nuevas asociaciones.

Reguladores-neurotransmisores:

  • La serotonina es el policía del cerebro, que mantiene la actividad cerebral bajo control. Por eso utilizamos medicamentos con serotonina como la fluoxetina/Prozac para tratar la depresión, la ansiedad y el TOC.
  • La norepinefrina amplifica las señales relativas a la atención, la percepción, la motivación y la excitación.
  • La dopamina es el neurotransmisor del aprendizaje, la recompensa, la satisfacción, la atención y el movimiento, pero puede hacer diferentes cosas en distintas partes del cerebro.

Otra clase de “moléculas maestras” ayudan a que las conexiones en el cerebro cambien y crezcan. Se denominan “factores”.

  • BDNF: El factor neurotrófico derivado del cerebro es el más destacado. Construye y mantiene los circuitos/infraestructuras celulares, nutriendo a las neuronas como si fuera un abono.

¡Eso es mucho hablar de ciencia! Pero he aquí por qué todo esto es importante: El ejercicio activa el cerebelo, el córtex prefrontal y el hipocampo. También eleva la serotonina, la norepinefrina, la dopamina y el BDNF.

Entonces, ¿qué hace la iluminación de todas estas áreas del cerebro y los neurotransmisores?

Aumenta tu capacidad de aprendizaje

Este es un escáner que muestra los niveles de actividad en el cerebro de dos estudiantes antes de realizar una prueba de rendimiento académico que medía el desempeño en lectura, ortografía y matemáticas. Los estudiantes de la izquierda estaban en un grupo que se sentó en silencio durante 20 minutos antes de la prueba, mientras que los estudiantes de la derecha estaban en un grupo que dio un paseo de 20 minutos antes de la prueba.

El rojo indica una actividad elevada, mientras que el azul indica una actividad menor. Como se puede ver, el cerebro de la derecha es mucho más activo, lo que tuvo un impacto directo en el rendimiento de los estudiantes.

Los estudiantes que caminaron durante 20 minutos completaron la prueba más rápido y con mayor precisión que los que se sentaron, y tenían más probabilidades de leer por encima de su nivel de grado.

Y esto fue después de sólo 20 minutos de caminando ¡! El ejercicio intenso activa el cerebro aún más.

El ejercicio ayuda a nuestro cerebro a aprender nueva información más rápidamente y a recordarla durante más tiempo.

Esto se ilustra en un estudio ya famoso al que Ratey hace referencia en su libro sobre la Naperville Central High School de Chicago, Illinois. Los profesores de gimnasia de Naperville llevaron a cabo un experimento llamado “Learning Readiness P.E.” (LRPE), en el que programaron un tiempo para que los alumnos participaran en la educación física antes de que comenzara la jornada escolar y utilizaron monitores de frecuencia cardíaca para asegurarse de que los alumnos realizaban un ejercicio cardiovascular de intensidad moderada a alta. Los estudiantes que participaron en la Educación Física de Preparación para el Aprendizaje experimentaron mejoras significativas en su rendimiento en matemáticas y lectura en comparación con los estudiantes que participaron en clases de Educación Física más tradicionales.

Mejora la regulación de tu estado de ánimo

El ejercicio también ayuda a controlar el estrés y a regular el estado de ánimo. La actividad física aumenta los mismos neurotransmisores (dopamina y serotonina – ¡los recuerdas!)) en nuestro cerebro que los medicamentos antidepresivos están diseñados para aumentar, y puede tener un impacto tremendamente positivo en el estado de ánimo de las personas.

En un estudio de 1999, James Blumenthal demostró que el ejercicio era tan eficaz para la depresión como la medicación, y descubrió que cada 50 minutos de ejercicio se correlacionaba con una reducción del 50% en la probabilidad de que una persona estuviera deprimida. En Gran Bretaña, los médicos prescriben el ejercicio como tratamiento para la depresión.

Conquistar la adicción

Odyssey House, un programa de rehabilitación de Nueva York, tiene un programa de ejercicios llamado “Corre por tu vida”.

El Presidente y Director General, Peter Provet, cree que el ejercicio sirve de antídoto contra. El ejercicio es directamente opuesto a la adicción. También crea una sensación de bienestar que se convierte en un anhelo en sí mismo.

La adicción crea cambios estructurales en el cerebro. El ejercicio puede ayudar a reconectar estas partes del cerebro. Incluso 10 minutos de ejercicio pueden detener las ansias de un adicto.

Cuando consideramos la adicción como una disfunción neurológica y no como un fracaso moral, de repente adquiere la forma de algo que se puede arreglar.


Los beneficios continúan

El ejercicio también puede ayudar a los cambios hormonales en las mujeres, a los síntomas del TDAH y a combatir el deterioro mental del envejecimiento. (¡Y, por supuesto, el declive físico!)

Consulta el libro de Ratey si quieres saber más.

Ratey recomienda realizar actividades aeróbicas de 4 a 5 días a la semana durante 30 minutos a una hora para obtener beneficios óptimos.

Si está listo para empezar un régimen de ejercicios pero no está seguro de por dónde empezar, visite a su médico de atención primaria de StarMed para hablar de las mejores opciones en función de su salud actual.